lunes, 21 de junio de 2010

"Movimientos sociales", "Comités Civicos", "Cabildos": Dignas Creaciones Bolivianas de Superchería y Sofisma Social


La particular "ingeniería social" boliviana es pródiga en particulares y exóticos inventos lingüisticos a los que se les quiere otorgar un contenido y un sentido para la sociedad entera, pero no son más que formas huecas que sirven de cajones de sastre a la que los políticos de turno les otorgan carta de ciudadanía para validar "ciertas" acciones y legitimar "algunas" consecuencias.


Recientemente se ha publicado que en la próxima "Ley de Régimen Electoral" se va a incluir un denominado "control social" que participará en la impugnación e inhabilitación de candidaturas. Dicho "control social", término ya difuso y de por sí abstracto, al parecer sería ejercido por los denominados "movimientos sociales". Y yo me pregunto: ¿Que carajos es un "movimiento social"?, ¿quienes componen dicho movimiento?, ¿quien elige a dicho "movimiento social"?, ¿como funciona un "movimiento social"?, ¿cuales son las responsabilidades legales de un "movimiento social"?, ¿están sometidos a la Ley o funcionan fuera de ella?, ¿van a dirigir y transmitir, cual cuerpo sacerdotal, el sentimiento ciudadano en favor o en contra de una determinada candidatura?, ¿ quien diablos les ha dado autorización para interpretar voluntad alguna distinta a los de sus integrantes?, ¿entonces para qué carajos sirve una elección si no es para censurar o apoyar, mediante el voto secreto, a un determinado candidato, y en su caso elegirlo o desplazarlo por otra candidatura más fiable?.


En Bolivia estamos acostumbrados a crear "monstruos lingüísticos" a los cuales dotamos de vida propia pero, sin embargo, no son más que simplemente supercherias dignas de la mejor brujería medieval. Y estos monstruos creados muchas veces pueden matarnos a nosotros los doctores Frankestein y doctores olañetas de turno.


Un "movimiento social", según Wikipedia, es "la agrupación no formal (apartidista) o de individuos u organizaciones dedicadas a cuestiones socio-políticas que tiene como finalidad el cambio social", y por su amplia generalidad pueden englobar desde movimientos pacifistas a feministas, desde movimientos obreros anarquistas a movimientos en favor del amor libre. Es decir que sólo basta procurar un cambio social para poder ser llamado un "movimiento social", es decir que si yo me juntara con un grupo de naturistas en favor del desnudo público ya podríamos, en pelotas mediante, reclamar la impugnación de una candidatura, o si mi digna y sabia persona se juntara con un grupo de amantes de los campos de exterminio podríamos en su caso, como "movimiento social" en favor del fascismo, pedir la inhabilitación de una candidatura. Por lo que se ve un "movimiento social" puede servir tanto para pedir el cambio social en favor de la liberación de la mujer, como para pedir el cambio social en favor de su sojuzgamiento, burka mediante. Es tan arbitraria su definición que tampoco nos hacemos una idea a partir de qué número de individuos podemos llamarnos "movimiento social". ¿Si se se juntasen cuatro gatos ya podrían ser llamados "movimiento social"?. Como se puede apreciar es una palabreja que sirve para todo y para nada, más aún cuando en un Estado de derecho tenemos representantes (asambleístas y senadores) que se reunen representandonos para legislar, fiscalizar y realizar el respectivo control a los actos del Poder Ejecutivo. ¿Para qué rayos inventarnos, en una dualidad estúpida, otros representantes si a los que hemos elegido, mediante voto universal y secreto, nos cuestan unos impuestos?. O adoptamos un camino de formalidad o adoptamos el camino contrario. Y si vamos a caminar por el sinuoso camino de la informalidad entonces eliminemos a la Presidencia de la República, Poder Legislativo y Judicial para abrazarnos, apasionadamente, a los brazos de los "movimientos sociales" para que éstos hagan todo el trabajo, por lo menos gratis nos van a salir. Y en caso contrario, permitanme hacer otra pregunta: ¿cobran acaso los "movimientos sociales? y de cobrar, ¿cuanto cobran?.


Otra superchería sociológica boliviana son los denominados "Comités Cívicos" que según alguna definición "son instituciones sin fines de lucro y apartidistas de bien común que aglutinan a instituciones de la sociedad civil". ¿Entonces son primas hermanas de los "movimientos sociales"?, o en su caso, ¿son los "movimientos sociales" parte de sus integrantes?. En Bolivia somos amantes del medioevo, adictos al oscurantismo. Hemos adoptado aquellas instituciones medievales en las que se reunían agremiaciones de profesionales, comerciantes, artesanos, para adoptar posiciones comunes ante eventuales peligros (piratería, sitio de ciudades, defensa común) o para realizar prácticas comunes de sistemas de aprendizaje, ritos religiosos, posiciones comunes para anular la competencia comercial, etc. A estos gremios medievales en Bolivia les hemos llamado "Comités Cívicos" y para darles apariencia de inocencia y virtud les hemos definido como "apartidistas" en contraposición a los diabólicos partidos políticos. Por esta razón, en pleno siglo XXI, estas reminicensias medievales han solapado la actuación de instituciones formales del Estado de derecho. Una vez más los representantes elegidos por el pueblo por votación directa para el Poder Legislativo han sido desplazados por unos "representantes o dirigentes cívicos" que han obtenido su aparente legitimidad de una votación indirecta y como son virtuosos apartidistas se presume que su accionar es la verdadera representación de la voluntad popular. ¿Que tal?. No conozco en el mundo occidental organizaciones similares que paralicen, con paros cívicos mediante, la vida económica de una región.


Y no contentos con este nuestro amor boliviano a todo lo que huele a medieval, como no podía ser de otra manera, utilizamos en nuestro accionar social a instituciones arcaicas como los denominados "Cabildos" que no son otra cosa que figuras coloniales de representación de la aristocracia criolla sin la intervención del pueblo. Pero claro, como en Bolivia nos gusta tanto la unanimidad a la búlgara, solemos convocar al pueblo llano (siervos de la gleba) a dichos cabildos para pedir votar levantando los brazos para agitar la emoción fácil y el sentimiento chovinista, logrando, eso sí, unanimidades exitosas que legitimen nuestro discurso político.

Con un ingenuo optimismo, es de desear que llegue a nuestra patria, algún día, el Renacimiento que nos permita ver en lontananza que la luz es más fascinante que el mundo de sombras y prejuicios en los que nos regocijamos en nuestra ignorancia supina.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post me gusto la narrativa!

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, muchos saludos desde Colombia!

Anónimo dijo...

Muchos saludos, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!

Fast dijo...

muchas gracias por los comentarios, a ver si puedo publicar algo antes de fin de año

Anónimo dijo...

Holla su espacio online es muy trabajado,es la tercera vez que vi tu blog, buen espacio!
Adios